lunes, 13 de diciembre de 2010

Sentimiento en las nuevas propuestas del Rock?

Uno de los lamentos más frecuentes de quienes forjamos nuestra cultura de Rock y Heavy Metal con los años ochenta, es que las nuevas ramificaciones del género carecen de sentimiento, de esa pasión que podíamos encontrarla fácilmente en canciones como “Painkiller” de Judas Priest, o “Battery”, “Master of Puppets” de Metallica; ese desborde de adrenalina que nos hace mover la cabeza e imitar la ejecución de la guitarra, que nos llena de energía como para destruir una casa entera…


Pero ya sabemos que el Heavy Metal decayó a principios de los años 90’s, y no es menester repetir historias tristes. Es cierto, vino el Grunge, Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains, y otros que nos presentaron propuestas asequibles, pero que no del todo nos borraban las ansias por el sabor del Heavy ochentero. Seguíamos extrañando de alguna manera, las baladas, los interludios largos, y todo lo demás.

La escena tomó después un giro, apareció el Nu Metal, bueno al principio con bandas como Korn, pero pasamos de los pantalones de cuero y las botas, a los conjuntos deportivos Adidas y zapatos Airwalk, a shorts holgados…. Duro golpe, pero bandas como la de Jonathan Davis, o los Deftones, hicieron que el cambio no fuese peor, pues al final, adaptándonos al cambio, nos ofrecían otra cara del metal acostumbrado, siempre con un plus de calidad. Otros se quedaron en el pasado, como buenos románticos.


Pero luego los cambios se hicieron más drásticos. Empeoraron hasta perder la esencia de la música. Y cierto día teníamos a tres estúpidos tatuados corriendo desnudos en la calle durante todo lo que duraba el video musical. Empezó la era de la estupidez, bandas que definitivamente hubiese sido mejor que se reservasen para una que otra parodia, pero nunca tomarlos en serio como representantes de un género del Rock. Y luego uno y otro, Limp Bizkit, que no se sabía si eran raperos o chulos, My Chemical Romance y sus canciones pseudo oscuras, y otro montón de grupos que gracias a Odín, ya apenas existen. Se rescata a bandas como Godsmack, que supieron alternar el sonido del Nu Metal con el grunge depresivo de Alice in Chains, y cuyo resultado fue una combinación excelente acompañada con percusiones y voces melódicas y violentas, y sus excelentes canciones acústicas.


El Heavy ochentero, hizo sus mejores esfuerzos por seguir adelante, Metallica se trató de adaptar con sus discos, su aspecto. Judas Priest probó suerte cambiando vocalistas. Fueron intentos buenos, después de la decepción de “St. Anger”, Metallica nos regaló “Death Magnetic”, que fue una disculpa muy aceptable. Judas nos regaló “Angel of Retribution”, disco que no me aburro de escucharlo y que me sabe muy a los ochenta con la peculiar voz de Halford.


Pero hay una luz dentro de todo, en este boom de bandas comerciales, nuevas y cuya duración son tres discos, bandas sin mayores letras y arreglos musicales; dentro de todo, he descubierto dos que aún con propuestas relativamente nuevas, tiene la suficiente madurez musical, y la fuerza como para impregnar sus letras y sus arreglos con ese sentimiento que los amantes del buen Rock buscamos, y pocas veces encontramos. Hablo de los oriundos de Iowa: Stone Sour, y los de Florida: Shinedown.


Shinedown


Estaba fumando sintonizando la radio esa tarde, sin encontrar nada placentero, y justo cuando opté por cambiar a mis discos, sonó en la radio luego de los cortes comerciales una canción titulada “45”. De golpe me quedé helado, la letra, el arreglo… todo, fue amor a primer oído. Era el corte del primer álbum de la banda de Jacksonville, Florida. “Leave a Whisper” fue el primer trabajo de la banda, excelentes temas alternados entre arreglos feroces y agresivos, y otros mezclados entre lo acústico y notas altas en la voz del vocalista Brent Smith. Otros cortes excelentes del disco son “Burning Bright”, “Lost in the Crowd”, y el cover de Lynrid Skynyrd, “Simple Man”.


Luego, haciéndonos recordar el track del disco Dark Side of The Moon de los maestros Pink Flyod, vino el disco “Us and Them” en 2005, donde podemos desprender un sonido similar al del primero, pero con arreglos mejor trabajados; encontramos buenas canciones como “Some Day”, “Beyond The Sun”, “Save Me”, que obtuvieron importantes puestos en las listas de los Estados Unidos. También cabe destacar la canción “Shed Some Ligth”, donde se repite el gusto de la banda por las canciones acústicas [así como Save Me, Some Day, I Dare You, son incluidas también en sus versiones acústicas]


“The Sound of Madness” de 2008 es un disco maduro, que muestra una mayor calidad musical pese a que para el lanzamiento del disco la banda ya había sufrido importantes cambios en su alineación original, pero que a la larga permitieron que el grupo tuviera otra perspectiva de la música, más introspectivos, y en algunos casos más agresivos. “The Sound of Madness”, “Devour”, son parte de las canciones más agresivas, pero que no carecen de calidad de interpretación, por cierto la última fue parte del soundtrack de la película Final Destination 4. Y como siempre, canciones de más bajo ritmo como “Breaking Inside”, “Call Me”, “The Crow and The Butterfly” y “Second Chance” que los colocó en las posiciones más altas de la Billboard.


Y una de las mejores cualidades de esta banda, es que todos los cortes del disco, resultarán satisfactorios, un efecto, que sólo badas del talle de Metallica había logrado tener.


Stone Sour

No es un misterio que el vocalista de esta banda, Corey Taylor, es el mismo de Slipknot. A decir verdad, se ha hablado mucho que este es el proyecto alterno de Corey, sin embargo, Stone Sour fue formada con anterioridad a Slipknot, donde originalmente fue llamado para sustituir al vocalista anterior. Pero estamos aquí para hablar de Stone Sour, a quienes conocí por su sencillo “Bother” que fue parte del soundtrack de la película Spiderman. Recuerdo haber visto el video [muy creativo por cierto] y luego me enteré que el tipo que cantaba era nada más que el vocalista de Slipknot. Han sido clasificados como Hard Rock, otros como Nu Metal, y la verdad es que es difícil definir a Stone Sour; lo que sí podemos asegurar es que Taylor y compañía han demostrado imponerse dentro de la escena del Rock, alternando entre sonidos estridentes con voces guturales, hasta acústicas con una vocalización afinada y sentimental.


En el 2002 aparece el primer disco de la banda, llamado de forma homónima. Aquí, pareciera que la sombra de Slipknot vagaba por Corey en algunas canciones como “Get Inside” y “Choose” entre otras. La diferencia quizás radicaba en las letras, algunos riffs si bien estridentes, pero dotados de armonía e interludios parecidos a los del Heavy Metal. Asimismo, están presentes canciones de corte tranquilo, sí, baladas. Por muy raro que pueda sonar de parte de un frontman que solo cantaba “Fuck Yourself, Fuck this Way”, pasamos a escuchar otro tipo de liricas, acompañadas de guitarras en calma. “Bother”, es la balada que se desprende de este disco, y que para muchos se convirtió en una canción ícono, además de darle cierta identidad a la agrupación.


En 2006 aparece “Come What(ever) May”. Con un sonido más fresco, con la voz gutural de Taylor cambiada para no semejar a la que usaba en Slipknot. La tendencia del disco es que baja el tono de agresividad. Canciones como “Through Glass” y “Zzyzx.Rd” la cual se rumora que Taylor dedicó a su esposa por ayudarle a salir de sus problemas de alcoholismo, nos dan la idea de una banda que se separa definitivamente de las raíces del Nu Metal que hubiesen podido ejercer influencia en la banda. Siempre mantienen el corte agresivo en canciones como “Hell & Consequenses” de corte rápido similar a “Get Inside”, pero con otros vistos de voz. En la edición especial destaca el cover acústico de la canción “Wicked Game”. No todo puede ser bueno, en cuestiones de estética Corey Taylor no fue nada selectivo en su cabello largo y rubio que le daba el toque de Jeff Daniels en la película Dumb & Dumber. Pero bueno, son músicos, no modelos de Givenchi.


Este año quedé sorprendido con Audio Secrecy, el tercer trabajo de la banda. Aquí cambian muchas cosas, vienen más baladas, unas excelentes como “Imperfect” donde Taylor hace gala de su voz, y “Hesitate”, una balada muy al estilo ochentero, y que definitivamente coquetea con un sonido un tanto pop, con el coro y las estrofas, pero no deja de ser buena. Otras como “Mision Statement”, de corte rápido, “Nylon” siempre en la línea de las agresivas. Por supuesto la canción promocionada “Say You´ll Haunt Me” que tiene buenas liricas y un video que nos muestra a un Taylor rapado. Claro, el disco está en definitiva más suave, y pese a que estén jugueteando con fuego en sus composiciones y arreglos musicales Stone Sour nos muestra que la buena música no puede ser una inclinación única para lo agresivo o lo tranquilo, sino que puede ser uno u otro, o una mezcla de ambas.


Lo que sí podemos asegurar es que aún en estos tiempos donde predominan las tendencias superfluas y de mala calidad, aún se puede encontrar una luz en el universo de estupidez que nos circunda, aún podemos tener la suerte de toparnos con música que nos enseñe que fue hecha con sangre y que dicho sentimiento sea bebido por nosotros a través de los oídos.

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