viernes, 30 de julio de 2010

Carolina Patiño


La primera vez que tropecé con Carolina Patiño fue en el Suplemento Cultural Tres Mil del Diario Colatino; conocí un poco de su corta existencia y el excelente legado poético que nos dejó. Su trabajo se desglosa en dos libros, el primero "Atrapada en las Costillas de Adán", y el poemario póstumo "Te Suicida".
Ambos trabajos gozan de gran fuerza poética, profundidad y erotismo. Desafortunadamente la autora tuvo el mismo fin que la poeta argentina Alejandra Pizarnik. Esperemos que su obra no quede en el olvido, o sólo en algunas páginas de la red, esperemos que trascienda al papel, y a nuestra sangre.
La entrada en poesía para esta semana está dedicada a Carolina Patiño (Guayaquil, Ecuador, 1987-2007) y dejo un par de lecturas.

VIDRIOS ROTOS

Cada vez que te beso
siento vidrios rotos
y se que no estoy durmiendo
esto no es lo peor
tú desapareces
y tus labios aparecen más abiertos
comiéndome desde los pies.

EL PLACER


Tu lengua estimula
al sol que estaba entre mis piernas
haciendo que haga de todo
menos ocultarse
alargando el día
y el placer.


LLAMA ENCENDIDA


Avanzo entre las piernas calcinadas
con mi lengua,
iluminando con un vago signo de agua
las sábanas de ceniza.


Todos en lo alto desnudan al mar para encontrarnos.


El ardor del limbo nos llama para enrojecer la carne
y la fricción sigue sacando llagas...


El infierno se remuerde los labios con sus lujurias
¡y brota más fuego!


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